sábado, 7 de marzo de 2015

LA CONSTRUCCION DE UN CIRCUITO DE VELOCIDAD


En los últimos años hemos visto muchos circuitos nuevos, todos diseñados bajo la experta mano de Hermann Tilke y con las críticas de muchos aficionados que ven como de los verdes circuitos centroeuropeos hemos pasado a los trazados de asiáticos llenos de asfalto.

Este artículo trata de analizar los distintos pasos que se siguen desde que se proyecta un trazado de velocidad hasta que el proyecto ve la luz y es usado para competiciones de velocidad.

HOMOLOGACION FIA

Antes de pasar al diseño de un circuito de velocidad hay que tener en cuenta las normas que dicta la FIA, este organismo impone unos criterios de homologación muy exigentes para permitir que un circuito pueda albergar pruebas internacionales. Aquí mostramos algunas de las caracteristicas mas importantes que se exigen a los circuitos de nueva construcción:

  • LONGITUD MINIMA. La longitud mínima depende del tipo de competición, para Fórmula 1, F3000, GT y Sportscars es de 3,5 kilómetros, hasta un máximo de 7 kilómetros.
  • ANCHO DE PISTA. La anchura de la pista debe tener un mínimo de 12 metros, aunque en la línea de salida ha de ser de 15 metros de ancho. Tampoco se permiten los cuellos de botella, es decir, el trazado sólo se puede estrechar un metro por cada 20 de recorrido.
  • PRIMERA CURVA. Se recomienda que la primera curva debe estar situada a más de 250 metros de la línea de salida. En esos casos, el primer viraje debe ser de, al menos, 45 grados con un radio de giro menor de 300 metros.
  • LONGITUD DE RECTA. La longitud máxima permitida para una recta es de 2 kilómetros.
  • PERALTES. El peralte de las curvas no puede exceder un 10%, los peraltes negativos no suelen aceptarse salvo en casos muy especiales, siempre y cuando la velocidad de entrada en la curva sea menor de 125 km/h.
  • BORDES DE LA CALZADA. Los bordes de la calzada deben ser compactos e iguales en ambos lados y pueden tener entre 1 y 5 metros de anchura.
  • PIANOS. Los pianos no deben exceder jamás el 25% de inclinación.
  • PARRILA DE SALIDA. Los puestos en la parrilla de salida deben tener, al menos, seis metros de separación, ocho en el caso de la Fórmula 1.
  • PIT LANE. El pit lane, la calle que conduce a los boxes, debe tener una anchura mínima de 12 metros y debe estar separado de la recta de salida por una valla de 4 metros de altura. Tanto la entrada como la salida, deben estar en puntos que no interfieran con el curso de la carrera.
  • RECTA DE META. La recta de meta puede tener una pendiente máxima del 2%.

A groso modo, estas son las reglas básicas para la construcción de un circuito para que luego pueda optar a los diferentes grados de homologación de la FIA. Además se debe de contar con la homologación del asfalto del trazado concedido por una empresa suministradora de neumáticos de competición. Teniendo en cuenta estas reglas el siguiente paso es empezar a diseñar el circuito.

EL DISEÑO DE UN CIRCUITO

El momento más apasionante de la creación de un circuito de velocidad es el diseño de su trazado. En este proceso se emplean a partes iguales intuición, artesanía y los últimos recursos tecnológicos (programas informáticos de última generación).

Jaime Nogué, ingeniero de TNGPO (empresa española con una gran experiencia en este sector), es responsable, entre otros, de los trazados de Montmeló, Albacete, Ricardo Tormo y Monteblanco, reconoce que en este proceso se pueden llegar a emplear varios meses y utilizar cientos de bocetos: "Conseguimos el equilibrio del trazado muy artesanalmente, el diseño inicial se realiza a pulso, ya
que el trazado se encuentra dentro de la mente", reconoce Nogué. Lo que más dificulta conseguir ese equilibrio en el trazado es que, en la mayoría de las ocasiones, este tendrá que dar acogida a eventos muy diversos.

Por ello, diseñar un circuito con unas características compensadas es una labor muy compleja para la que, por encima de todo, se requiere una gran experiencia en la conducción deportiva. "Al final, el trazado lo tienes que intuir, que oler", así lo describe Jaime Nogué de una manera muy gráfica. Hoy en día, los circuitos se proyectan tratando de conseguir el mayor espectáculo posible, es decir, que proporcionen un amplio campo de visión a los espectadores y que faciliten los adelantamientos.

ESTUDIOS PREVIOS

La visibilidad es uno de los aspectos que más se estudian antes de iniciar la construcción. Se procura sobre todo que no haya obstáculos entre las gradas y la pista y que el campo de visión que abarquen los espectadores sea lo mayor posible. La visibilidad puede incluso alterar por completo la filosofía del proyecto. Buen ejemplo de ello es el Ricardo Tormo, en la Comunidad Valenciana, el único gran circuito de sus características en España, al estar concebido a modo de anfiteatro, completamente rodeado de gradas. Desde ellas se puede observar la totalidad del recorrido, algo que agradecen los espectadores.

Todos los tramos del trazado se analizan informáticamente durante el proceso de diseño, para ello se utiliza el llamado Programa de Cálculo de Velocidades y Escapatorias. En él se introduce el trazado del circuito y toda una serie de parámetros geofísicos, como las prestaciones del vehículo, los pesos   -con los diferentes llenados del depósito-, los coeficientes de adherencia de las distintas superficies, etcétera. Este programa señala la velocidad del coche o moto en cada punto del circuito. Muestra
además una serie de tangentes, que indican la trayectoria, la velocidad y el recorrido que seguiría el vehículo de salirse en cualquier punto de las diferentes curvas, hasta lograr detenerse o recobrar la trayectoria. Esto resulta muy útil para calcular las áreas de las zonas de escape.

Con toda esta información, los ingenieros van modificando los radios de las curvas, con el objeto de adecuar el trazado a los parámetros fijados previamente por los promotores del proyecto.

Este proceso requiere fuertes dosis de creatividad, al tratarse de un trabajo en tres dimensiones en el que hay que contar con las imposiciones de la competición, pequeños accidentes del terreno -la FIA permite pendientes hasta del 5%- y elementos paisajísticos, como árboles o pequeñas balsas de agua que, en ocasiones, se aprovechan para dar al trazado una personalidad propia.

UNA CURVA, VARIAS TRAZADAS

El mayor reto de un diseñador de circuitos es hacer compatibles las trazadas de vehículos tan distintos como un camión de carreras, un monoplaza y una moto de competición. Los distintos vehículos de competición no realizan las mismas trazadas. Trazar una curva no es más que intentar superarla de manera que se produzca el menor giro del volante. El objetivo es pasar por ella a la
mayor velocidad posible. Sin embargo, esto se dice con mucha más facilidad de lo que se hace, sobre todo, porque en los circuitos se suceden con frecuencia varias curvas a uno y otro lado, cosa que aumenta considerablemente el nivel de dificultad y hace posibles varios tipos de trazada, es decir, de trayectoria a lo largo de esas curvas.

Las trazadas vienen determinadas por la habilidad del piloto y por las prestaciones y características del vehículo que conduce. Un Fórmula 1, por ejemplo, es capaz de tomar una curva a una velocidad mucho mayor que una moto de MotoGP, por lo que su trazada teórica será bastante más amplia alrededor del punto más cerrado. Además, la zona en la que frenan los monoplazas es mucho más corta, ya que son cuatro, y no dos, las ruedas sobre las que actúan los frenos. Mientras, la moto, una vez reducida convenientemente la velocidad, tenderá a ajustarse mucho más al interior de la curva. Esto implica que ambos vehículos frenan, giran y aceleran en zonas distintas de la pista.

CARRERAS DE CAMIONES

Los camiones realizan unas trazadas completamente distintas. La enorme inercia que llevan hace que necesiten un amplio tramo para poder frenar y acelerar. Además, su trayectoria alrededor de las curvas debe trazarse intentando líneas rectas, ya que de lo contrario el reparto de pesos haría que tendieran a salirse de la pista o volcar.





La construcción de un circuito de velocidad preparado para albergar competiciones internacionales representa una obra de ingeniería de una increíble complejidad. El diseño del trazado exige una importante dosis de creatividad y un profundo conocimiento tanto de las técnicas de construcción, como de las de pilotaje. Las proporciones y las cotas de precisión que este tipo de obras requieren, hacen de ellas todo un reto, incluso para los profesionales más cualificados. Antes de iniciar la construcción de un circuito de velocidad se lleva a cabo un minucioso análisis del terreno sobre el que habrá de asentarse. Todos los estudios que se realicen van a marcar profundamente la fisonomía del proyecto.

Este tipo de instalaciones requieren un mínimo de 100 hectáreas de superficie. Sobre este terreno se realizan prospecciones geotécnicas, estudios hidrológicos, topográficos, meteorológicos, etcétera.


EL ASFALTO

La información que proporcionen influirá tanto en las condiciones, como en los materiales que se habrán de emplear en la construcción. Según Jaime Nogué "Estos informes pueden incluso llegar a desaconsejar completamente todo el proyecto. Ante la enorme cantidad de tierra que se habrá de remover, si el suelo es muy arcilloso o pantanoso, los costes pueden dispararse".

Uno de los exámenes más importantes es el meteorológico. Los índices pluviométricos que se registren en la zona impondrán el tipo de asfalto a utilizar, según el coeficiente de drenaje, la resistencia y otras características que se estimen necesarias.

EL CIRCUITO MONTEBLANCO EN CONSTRUCCION
El asfalto es un material aglomerante, muy adhesivo e impenetrable, resistente y duradero, que sirve de base para la mezcla con diferentes clases de áridos. Según estas arenas y el tipo de crudo del que haya sido extraído, las propiedades físicas y químicas que ofrezca pueden variar enormemente. En la actualidad hay una gran variedad de asfaltos, sin embargo, con ellos ocurre lo mismo que con los neumáticos, es decir, un asfalto con un gran coeficiente de adherencia a temperaturas elevadas, cuando llueve, no drena tanto como debería. Los asfaltos que tienen mayor capacidad de drenaje,
además de mucho más caros, son también extremadamente delicados y, cuando aumenta la temperatura, pueden perder algunas propiedades, ya que tienden a calentarse en exceso. Sin embargo, el tipo de asfalto que se usa en los circuitos de velocidad no es diferente al empleado en cualquier carretera o autopista que, en principio, también deberían ajustar sus materiales de construcción a los mismos estudios. Es más, el coste de construcción de un kilómetro de circuito está alrededor de los 600.000 euros. Un precio inferior al de un kilómetro de autopista, donde el volumen de tierra a remover puede ser mucho mayor.

LA SUB-BASE

Según Jaime Nogué: "Un tiempo razonable para completar toda la obra -tanto el trazado, como el resto de las instalaciones- suele estar en torno a los 18 meses". Éste, por ejemplo, fue el plazo necesario para levantar el circuito internacional de Shanghai, en China, el más moderno y grande del mundo.

Quizá, una diferencia más significativa entre las pistas de los circuitos y las carreteras convencionales esté en la calidad de la subbase. Las capas de materiales que sirven de sustento al asfalto, pueden ser de materiales y espesores muy diversos y vienen determinadas por el estudio geotécnico del terreno. Podemos observar a menudo la importancia de que el asfalto se asiente sobre una subbase adecuada, ya que la mayoría de defectos que sufre, como baches, grietas, piel de cocodrilo, etc. suelen estar causados por una subbase deficiente.

Pero la diferencia cualitativa más importante entre un circuito de velocidad y cualquier carretera está en el mantenimiento que recibe y las cotas de precisión con las que se construye el trazado.

El asfalto de un circuito dura entre ocho o diez años, durante ese tiempo se limpia periódicamente para eliminar la goma que se le ha ido pegando y que le resta buena parte de sus cualidades. Sin embargo, hay algunos factores que pueden obligar a reemplazarlo antes, por ejemplo, si se rompe un motor y sobre la pista se derrama el aceite del interior, ya que éste es un líquido que corroe el betún del asfalto, de ahí los parches que se ven en algunos trazados y carreteras.

Por otro lado -aunque esto sea algo que no se suela cumplir-, cuando se construye un circuito nuevo, lo ideal sería que no se utilizara la pista hasta pasados sesenta días. Esto también deteriora considerablemente el trazado. Además, en las instalaciones que se alquilan al gran público, si el asfalto está a una temperatura elevada, las ruedas de los coches de calle -a más presión y más estrechas que las de los vehículos de competición-, pueden llegar a hacer pequeños surcos durante una apurada de frenada.

DRENAJES

Otro de los estudios que afectan a la fisonomía del circuito es el hidrológico, que se realiza para predecir las avenidas por las que circulará el agua cuando llueva. Si el aquaplaning es un fenómeno peligroso en condiciones normales, cuando se circula a más de doscientos kilómetros por hora puede llegar a ser fatal, por eso algunas zonas del trazado se construyen con pequeñas inclinaciones.

La mayoría de las veces, estas inclinaciones son longitudinales para evitar los cambios de rasante. Cuando son transversales en ningún caso superan el 1,5%, por lo que resultan prácticamente inapreciables. En los circuitos destinados a albergar grandes pruebas internacionales se lleva a cabo un estudio de afluencia de tráfico. La mayoría de los expertos coinciden en que la mejor manera de distribuir el acceso al interior sería construyendo una carretera de circunvalación a su alrededor, sin embargo, ésto resultaría casi tan caro como el resto de la obra.

Los problemas de circunvalación que se registran en algunas instalaciones, como la de Jerez, no suelen ser producto de la falta de planificación, sino de la imposibilidad de dimensionar los accesos tan sólo teniendo en cuenta dos días al año.

Por ello, en la actualidad la mayor parte de los circuitos se levantan cerca de grandes vías de comunicación. Un ejemplo de ello es el proyecto del circuito de Pinto, en Madrid, cuyos accesos se beneficiarían de la proximidad de la carretera de Andalucía (A-4) y la vía de circunvalación M-50 o el reciente circuito de Portimao situado a pocos kilómetros de la autopista E01.

DIMENSIONES

Hoy en día, las proporciones de los circuitos son bastante homogéneas aunque tadavía haya trazados exageradamente largos, como el de Spa, en Bélgica, de 6.976 metros, o muy cortos, como el de Mónaco, que sólo tiene 3.340 metros de recorrido.

La longitud del circuito resulta decisiva para potenciar el espectáculo. Aunque la FIA impone un mínimo y un máximo de recorrido, que depende del tipo de competiciones que vaya a albergar y de la duración de la carrera, lo cierto es que casi todos los expertos coinciden en que es recomendable que el trazado no rebase los 4,5 kilómetros de longitud. La razón es que, si se alarga demasiado el tiempo que el aficionado espera para ver pasar la cabeza de carrera -los estudios dan un margen de unos 3 minutos-, éste comienza a perder el interés.

Lo que más se cuida en la construcción y diseño de un circuito es la seguridad, tanto del público, como de los participantes. Prácticamente todos los aspectos relativos a la seguridad se encuentran regulados por la FIA, que envía a un inspector antes de la celebración de cualquier evento para que verifique el buen estado de las instalaciones.

La premisa que impone la FIA es que, siempre que sea posible, se procuren espacios para que los vehículos puedan llegar a detenerse o a recobrar la trayectoria cerca del trazado sin que se produzca una colisión. Sin embargo, la Federación Internacional de Automovilismo, obliga a instalar dos líneas de protección en los lugares a los que acceda el público o en aquellos en los que haya algún elemento -un árbol, una colina, una zanja, etcétera.-, contra el que pueda impactar un vehículo fuera de control.

La primera línea de protección es un guardarraíl o un muro de hormigón, dependiendo de la zona de circuito. La segunda línea de seguridad la constituye un vallado de cables de acero, que se tensan cada 40 metros y que, por sí mismos, también deberían ser capaces de detener completamente un vehículo que se salga del trazado.

Entre estas dos líneas debe haber, como mínimo, un metro de separación, ya que deben dejar espacio para una pista por la que circulen los servicios de emergencia y los comisarios.

CONFLICTO DE INTERESES

En este aspecto es donde las normativas de la FIA (Federación Internacional del Automovil) y de la FIM (Federación Internacional de Motociclismo) se contraponen. En primer lugar, desde la FIA se vienen realizando diversos estudios que aconsejan eliminar muchas de las zonas que, actualmente, vienen sirviendo de escapatoria.

La razón es que, en la actualidad, el 80% de las ocasiones que un coche se sale de la pista en una escapatoria, termina quedando bloqueado. Pero una medida semejante sería muy peligrosa de cara a las competiciones de motos.

Por otro lado, la FIM exige que la primera línea debe estar constituida por una barrera que disipe la energía de vehículo y que pueda detener al piloto en condiciones de seguridad. Sin embargo, la FIA, cuya normativa es la que se suele seguir al ser menos flexible, recomienda un guardarraíl de hormigón. Cuando un circuito acoge eventos promovidos por las dos organizaciones, se suele satisfacer la normativa con elementos móviles del tipo balas de paja prensada o neumáticos.

Las gradas deben estar, al menos, a cinco metros del borde de la pista, sin embargo, si se encuentran a más de dos metros de altura -como sucede en la recta de meta en muchos circuitos-, se permite que estén más cerca.

En los boxes prima la funcionalidad, por eso se montan por módulos que, en el caso de ser necesario puedan ser unidos de dos en dos o de tres en tres. En su interior se realizan todo tipo de instalaciones: un decantador de combustibles y otro de aceites, una salida de aire comprimido, tomas de electricidad de todas las potencias, varias líneas de teléfono, baños y líneas de Internet de alta velocidad.


ALGUNAS CURIOSIDADES DE LOS CIRCUITOS

Todo circuito comienza estudiando el terreno sobre el que habrá de levantarse, pero la tarea más apasionante empieza cuando hay que dibujar el trazado, labor en la que se conjugan intuición, artesanía y los últimos avances técnicos.

EL PRECIO DE UN CIRCUITO
La inversión necesaria para construir un circuito varía en función de aspectos, como el tamaño de las instalaciones. Obras faraónicas, como la del trazado de Shanghai, pueden llegar a costar más de 300 millones de euros. Pero se pueden construir circuitos pequeños y completamente seguros, para el uso de los aficionados más modestos, por menos de 6 millones de euros.

RECICLAJE Y MERCHANDISING
Las normas medioambientales exigen que nada se desperdicie en un circuito. En los boxes hay desagües especiales para el aceite y las grasas que, van a parar a un depósito especial que es vaciado periódicamente. Incluso, cuando se comienza a desmantelar un circuito muy conocido, muchos de sus componentes se venden o subastan como 'atrezzo' entre aficionados.

SEGURIDAD Y CADUCIDAD
Cuando un circuito de velocidad se hace viejo, normalmente es porque las nuevas normas de seguridad -como, por ejemplo, la que desaconseja la existencia de túneles a lo largo del recorrido- ponen en evidencia sus defectos. Sin embargo, la FIA suele hacer excepciones con trazados históricos o muy atractivos, como los que se discurren por algunas ciudades.

DEMOLICION DE LOS BOXES DE IMOLA

MUERTES DE PILOTOS
Hasta hace pocos años, la Fórmula 1 era uno de los deportes más peligrosos del mundo. Entre 1950 y 1959, murieron 21 pilotos. En los 60 fallecieron 27 corredores, una cifra que en los 70 bajó a 12. Durante los años 80, siete pilotos sufrieron accidentes mortales. Los dos últimos en entrar en la negra estadística fueron Senna y Ratzemberger, ambos en el mismo fin de semana de 1994.

CESPED
La línea de césped que hay fuera de los bordes de la pista y que mide unos tres metros de ancho, en realidad no debería permitirse por motivos de seguridad. Sin embargo, en muchos circuitos se utiliza por cuestiones meramente estéticas, al igual que las arenas volcánicas (puzolana) en algunas de las zonas de escape, estas arenas se terminan compactando y pueden llegar a ser peligrosas. De hecho hoy en día el cesped se está sustituyendo por moqueta artificial ya que tiene mas adherencia que la hierba natural. 



LA TRAGEDIA DE LE MANS
El accidente más grave de la historia de los circuitos de velocidad se produjo en Le Mans, en 1955. Pierre Boullon perdió el control de su Mercedes 300 SLR y chocó contra las barreras. El coche se desintegró, el motor y otras partes del prototipo salieron despedidas hacia los espectadores. Murieron 90 personas además del piloto. Mercedes se retiró de las competiciones durante décadas.



PRIMEROS CIRCUITOS
Aunque ya se venían celebrando carreras desde el inicio de la automoción, se producían un gran número de accidentes mortales, lo que llevó a pensar en la conveniencia de crear circuitos de velocidad. El primero fue el de Indianápolis (EEUU), con un trazado oval de 4,023 km, que se inauguró en 1909. Desde 1911 alberga las famosas 500 Millas de Indianápolis.

DOCUMENTACION: 

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